El Obispado ha hecho público esta mañana algunos de los cambios de destino de sus sacerdotes cara al próximo curso. El sr. obispo, Jesús Catalá, ha nombrado párrocos de modo solidario (‘in solidum’) a los nuevos vicarios Antonio Coronado, delegado de Hermandades y Cofradías y hasta ahora párroco del Pilar en la capital, y Guillermo Tejero, párroco de San Miguel en Torremolinos, de la basílica y santuario de Santa María de la Victoria, Patrona de Málaga, y de la cercana parroquia de San Lázaro.
Esta figura está recogida en el derecho canónico como un modo singular de ordenar la gestión de una o más parroquias, templos que sin perder ese rango tendrán dos sacerdotes al frente, si bien uno de ellos será el que dirija la actividad pastoral y responda ante el obispo. A éste se le llama moderador.
Esta misma figura también es empleada por Monseñor Catalá para las parroquias del Pilar y Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio de Miraflores de los Ángeles, a cuyo frente coloca de modo solidario a los sacerdotes Manuel Márquez y José Planas. También cambian de párroco las iglesias de Santa Ana y San Joaquín en la barriada de Nueva Málaga (Manuel Ángel Santiago), la de la Santísima Trinidad (Andrés Merino) y la de Santo Tomás de Aquino (Juan Manuel González). El nuevo párroco de San Miguel en Torremolinos será Francisco Javier Guerrero.
El hasta ahora párroco de San Lázaro y director espiritual de la cofradía del Rocío, Antonio Eloy Madueño, ha sido designado superior del Seminario Diocesano de Málaga.
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