La biografía de Álvarez Duarte presentada en la Casa de Hermandad

Entre biografía y memoria, el libro del periodista José Joaquín León repasa la trayectoria de Luis Álvarez Duarte, el gran imaginero andaluz. El acto fue introducido por nuestro hermano Antonio Márquez Flores y contó con una genial presentación a cargo de un genial Antonio Garrido Moraga.

Cuando otros niños jugaban al balón, Luis Álvarez Duarte creaba en la sacristía de la parroquia en la que era monaguillo la Virgen de los Dolores de San José Obrero. Tenía 12 años y ya estaba aprendiendo imaginería en el taller de Francisco Buiza. Desde esa edad tan temprana comenzó a despuntar como artista vinculado especialmente a la Semana Santa de Sevilla y de Málaga. Aquí llegó con 17 años y con tan sólo 20 ya realizó su primera talla, María Santísima de la Paz para la cofradía de la Sagrada Cena. El artista inició así un idilio con la ciudad que aún hoy mantiene vivo. Ayer participó en la Casa Hermandad de la cofradía del Rocío en la presentación de la segunda edición del libro El niño imaginero, una biografía contada en primera persona por el periodista José Joaquín León.

Considerado como el mejor imaginero religioso vivo, Luis Álvarez Duarte ha realizado trabajos para las ocho provincias andaluzas, para 12 comunidades autónomas, para Estados Unidos y diferentes países latinoamericanos. Desde Bogotá hasta Nueva York, desde Bilbao hasta el Perchel. Cuando un incendio fortuito quemó una gran parte del patrimonio de la cofradía de la Sagrada Cena en su anterior sede, la Agrupación de Cofradías encargó a Álvarez Duarte la talla de la Virgen para luego donarla a la maltrecha hermandad. En dos años realizó también el Cristo y los doce apóstoles. Con Santiago se permitió la licencia de esculpir su autorretrato, según explica José Joaquín León.

Poco después, en 1971, el imaginero creó otra gran obra, la Virgen de La Paloma, «la primera Virgen de Andalucía con los ojos claros, con ese verde tan mediterráneo», recuerda el propio autor, que cuenta divertido cómo Álvarez del Manzano no se creía que alguien tan joven fuese el autor de su venerada imagen cuando Soledad Becerril los presentó. «Se quedó maravillado», dice el autor. Álvarez Duarte tiene otras cuatro dolorosas en Málaga y un crucificado, además de la Virgen de la Merced, en el Santuario de la Victoria, que «es una de mis obras más aplaudidas en Andalucía», confiesa. «Mi vida artística sin Málaga no hubiera sido igual», añade tras destacar a la ciudad como la gran potencia mundial de la Semana Santa junto a Sevilla.

Lleno de energía, en un momento de plenitud creativa y afrontando nuevos retos como un Cristo de la Columna para Alcalá de Henares le llega este libro que se presentó en diciembre en Sevilla y cuya primera edición duró diez días en las librerías. José Joaquín León, articulista de los diarios del Grupo Joly y miembro del Consejo Editorial, ha escrito esta suerte de memorias después de horas de conversación con el artista. «En total tiene más de 300 imágenes de Semana Santa, y también ha restaurado imágenes como la Virgen de la Esperanza y la Virgen del Rocío en Málaga», indica el autor de este libro que quiso utilizar la primera persona para acercar el lector al personaje y que empleó unos cinco meses de investigación previa a la escritura del libro.

«Ahora mismo se le puede considerar el imaginero más importante por la calidad de sus imágenes, que es muy destacable, y por la evolución hacia la madurez de su obra, en Málaga está muy bien considerado», agregó José Joaquín León. Al texto repleto de anécdotas e historias que hablan del último medio siglo cofrade en Andalucía y en España se añaden 180 fotografías. Edita la firma sevillana Jirones de Azul.

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